lunes, 21 de diciembre de 2015

ELECCIONES 20D: ¡Pues ya estamos todos!

Después de un largo, larguísimo periodo de elucubraciones, encuestas y pronósticos, por fín, la realidad de las urnas ha tomado cuerpo y tenemos los resultados de estas elecciones históricas.

Tras años de democracia- no olvidemos que el PP y el Psoe han gobernado democráticamente-
se ha acabado con algo terrorífico: "el bipartidismo" para dar origen al "cuatripartidismo", que es como salir de la sartén para caer en las ascuas. En resumen , es la "bi-ideología", izquierda y derecha, pero con una constante: la derecha se une y la izquierda permanece rota.

Las declaraciones del líder de Ciudadanos lo ha dejado palmariamente claro: apoyará la investidura de Rajoy. Mientras, el líder de Podemos, en su primera comparecencia post-electoral, se dedicó a refregar por la cara del candidato del segundo partido sus resultados, a pesar de que este último  ha sacado 21 escaños más. Esa es la triste realidad.

Lo que tenemos ahora es un bloque de centro derecha y, al otro lado, dos partidos que lo tienen difícil para llegar a acuerdos, no porque no sea posible, sino porque uno de ellos ha puesto el listón tan alto que como se descuide va a tener que pasar por debajo, lo que significa tener que agacharse. Y veo demasiado crecido a Pablo Iglesias como para hacerlo. Tal y como se expresa, cree haber ganado las elecciones.

Nada más lejos de la realidad. Quien ha ganado es el PP. Y lo ha hecho porque muchos ven en él la garantía de la economía, y la seguridad de que sus cuentas corrientes no sufrirán menoscabo. Siete millones de votos son muchos votos.

Pero de aquí todos salen tocados. Es tal el "berenjenal" en el que se ha convertido el Congreso que si se logra sacar adelante la legislatura seguro que pasaremos a los anales de la democracia como un logro de entendimiento y consenso.

Si no es así, para nuestro espanto, en tres meses nuevas elecciones. Y volverán las encuestras, los pronósticos y las elucubraciones.

Sed felices!

5 comentarios:

  1. Y eso que tenemos un sistema electoral hecho a medida de los dos grandes partidos, que si tuviéramos un sistema realmente democrático aún habría mucha más diversidad. (El PP tiene 25 escaños de más, el PSOE 13 y Podemos 16.)
    Si el PSOE y el PP se hubieran abstenido de recortar en ciertos ámbitos -Educación, Sanidad, I+D- y hubieran metido mano en lo superfluo, seguro que ni Podemos ni Ciudadanos estarían donde están.
    Si UPyD hubiera impulsado la parte más progresista de su ideario podría ser ahora el tercer o el cuarto partido, pero prefirió alinearse con el PP.
    Si IU no hubiera sido tanto tiempo la sombra del PSOE, habría recibido muchos votos de los indignados.
    En suma, que no sé si Ciudadanos o Podemos pueden regenerar a España, pero me parece que los otros aún lo pueden menos. Sobre todo los dos grandes, que primero deben regenerarse a sí mismos.
    Ahora es el momento de llegar a acuerdos. ¿Sabrán hacerlo?
    Felices fiestas.

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    1. Estoy bastante de acuerdo con la opinión de Javier.
      Sigo alucinando al ver los resultados y me siguen surgiendo preguntas sin respuestas:
      ¿Cómo un partido con casi un millón de votos solo obtiene dos diputados? - Algo está mal diseñado
      ¿Cómo en Andalucía sigue ganando el PSOE con la corrupción conocida?
      ¿Cómo en varias regiones castellano-leonesas o valencianas siguen votando al PP con todos los imputados habidos y por haber?
      Me parece bien que surjan nuevos partidos porque los dos de siempre ya hemos visto como funcionan. Muchos estamos cansados del Y TÚ MÁS.
      Las leyes de Educación. Sin comentarios.

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  2. Ya veremos, Javier, ya veremos... Felices Fiestas.

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  3. La derecha no necesita echar mano del pragmatismo, lo tiene muy claro. En cuestión de valores hay uno fundamental para ellos: Don Dinero. Maneja bien la economía desde el punto de vista macroeconómico. Si tiene que hablar de un justo reparto de la riqueza ahí ya falla, el resultado es catastrófico para los más débiles.
    En cambio la izquierda tiene muchos más matices. Desde el pragmatismo - llamado centro izquierda - hasta la utopía más radical hay todo un abanico de valores. Por eso es más difícil unir a toda la izquierda en un proyecto único, como hace la derecha. Demasiadas "líneas rojas". Cuando se apela al voto útil todos piensan en la utilidad, si, pero para reforzar sus postulados.
    Y mientras tanto la derecha más feliz que una perdiz.

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  4. La derecha no necesita echar mano del pragmatismo, lo tiene muy claro. En cuestión de valores hay uno fundamental para ellos: Don Dinero. Maneja bien la economía desde el punto de vista macroeconómico. Si tiene que hablar de un justo reparto de la riqueza ahí ya falla, el resultado es catastrófico para los más débiles.
    En cambio la izquierda tiene muchos más matices. Desde el pragmatismo - llamado centro izquierda - hasta la utopía más radical hay todo un abanico de valores. Por eso es más difícil unir a toda la izquierda en un proyecto único, como hace la derecha. Demasiadas "líneas rojas". Cuando se apela al voto útil todos piensan en la utilidad, si, pero para reforzar sus postulados.
    Y mientras tanto la derecha más feliz que una perdiz.

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