domingo, 22 de marzo de 2015

Damnatio memoriae: condenar el recuerdo

Una de las condenas más terribles en la antigua Roma, que también practicaban  los egipcios,  era el Damnatio memoriae. Consistía en borrar el nombre de una persona de todo aquello que podía recordarle: imágenes, inscripciones o incluso prohibir pronunciar su nombre.Este castigo era lo contrario a la Apoteósis, procedimiento por el cual la persona, casi siempre el emperador, ascendía a la categoría del Dios.

La Damantio memoriae no era siempre justa. En muchas ocasiones eran los adversarios políticos los que, una vez obtenido el poder, incluso de manera vil, los que llevaban a  cabo este procedimiento para borrar todo recuerdo de su antecesor.

Hoy en día no existe legalmente ese castigo, y digo legalmente, mis queridos lectores, porque de facto (ese latín) sí. Baste con seguir la actualidad. sobre mucha de la historia reciente de este país se intenta, a través de una interpretación total y absolutamente posibilista ,borrar lo que muchos han peleado y logrado. Asímismo contemplamos con estupor como se elevan a Apoteósis mediocres logros que no llevan a ninguna parte, o promesas que no dejan de ser brindis al sol.


Ei  poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana dijo: " quien no conoce la Historia está condenada a repetirla". Curiosamente  esa es la frase escrita en la entrada del bloque número 4 del campo de Auschwitz I, en polaco y en inglés.

Pues bien, quizá nos venga bien empezara a recordar más y a olvidar menos a quienes se merecen, en justicia, que se le reconozca sus méritos hacia nuestra sociedad.

No somos nadie si antes no lo hubieran sido otros.

Sed felices.


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