Defiendo moderadamente la economía del lenguaje pero no la del pensamiento, y mucho me temo que aquella está influyendo en esta. Cada vez veo críticas más concretas, pero muy poco razonadas.
Con lo extenso que es el vocabulario en castellano, y en otras lenguas nacionales, y lo que lo hemos reducido. Baste ver las noticias o darse un paseíto por estos lares sembrado de vocablos similares repetidos hasta la naúsea. No importa la sintáxis no importa la semántica. Y ya si hablamos de la permuta de la "qu" por la "k", apaga y vete. Los titulares de periódicos o en TV intentan decir y lo que hacen es confundir... O sea la manera mejor de manipular.
Y no olvidemos que el pensamiento se construye con palabras, no con palabrería, y que son la manera de comunicar ideas y de transmitir aquello que queremos decir, contar o señalar.
Usemos las palabras para pensar, y luego para decir... No muerden, ¡en serio!
No hay comentarios:
Publicar un comentario