miércoles, 2 de febrero de 2022

DIÁLOGO SOBRE EL MIEDO Y LA DERROTA

 

 

Imaginen queridos lectores dos personas, el sexo da igual, 

sentados en un parque...


—El miedo solo es una búsqueda. Aprender que el único camino es el amor. 

No creo que el miedo, tal como lo expresas que en ocasiones se acerca al pánico, sea una búsqueda, sino una justificación para no abandonar el pasado y no avanzar. Respecto a que te muestra que el único camino es el amor, ahí me pierdo... Nunca he llegado al amor a través del miedo.


—No llegar al amor a través del miedo, es como no haber llegado a la vida a través de la muerte. Como haber llegado a la cima de una montaña sin haber sentido que te falta el aire. Pero está bien que no creas en el miedo, entendido como pánico que NO paraliza, o como incomodidad.


No tengo conciencia de haber llegado a la vida a través de la muerte. Sí la tengo de llegar al amor a través de la vida y de dar vida a través del amor. Lo que creo también es que se llega a la muerte en vida a través del miedo.


—Todo ser humano llega a lo que quiere primero a través de lo que no quiere.


Según tú, ¿primero se aprende a rechazar que a desear?


—No solo se aprende. Y para aprender primero uno tiene que errar.


De acuerdo, el error forma parte del aprendizaje, porque cuando erramos también aprendemos. Pero es el acierto lo que determina nuestra elección.


—¿Aprender del acierto o aprender del error? Algunos dicen que aprenden más en la derrota que en la victoria.


La derrota nos prepara para la victoria, nos enseña a resistir, a no abandonar, a vencer con humildad cuando llega el momento del triunfo, que no ha de ser el que los demás esperan de nosotros. Nada nos derrota, nos derrotamos nosotros mismos cuando abandonamos aquello que significa tanto.


—No habló de la derrota entendida como renuncia. Hablo de lo que entendemos todo como derrota aunque no sea así. Por supuesto que la única derrota es de la que hablas.


Esa derrota convencional no es más que una estrategia equivocada en un momento y espacio concreto, que solo necesita recuperar su lugar y su tiempo.


—Y la derrota bien entendida no nos enseña a resistir. Nos enseña a aceptar quienes somos. Nos alivia. Nos hace jugar y no luchar.

 

¿Tal vez el miedo es consecuencia de la derrota, o caemos porque el miedo nos impide luchar? 


Vosotros, ¿qué opináis?

No hay comentarios:

Publicar un comentario