domingo, 3 de septiembre de 2017

Carta abierta a Carles Puigdemont

Me dirijo a usted, creo que debo utilizar el nombre de Muy honorable señor, en la seguridad de que mis palabras, escritas por una ciudadana del Estado"opresor" le resbalarán, y eso en el caso de que llegara a leerlas.

Pero como ambos creemos en la libertad de expresión , usted bastante mas sui generis que yo, me decido a dirigirle esta carta que puede hacerse extensiva a sus compañeros de partido y aliados en el  gobierno y en el Parlament.

Mi Muy honorable señor Puigdemont, vaya por delante que ustedes tienen todo el derecho a querer la independencia de Cataluña, faltaría más, e incluso a hacer apología pacífica de ese independentismo, pero lo que no es de recibo es que para defender su tesis mientan, manipulen y se salten a la torera la ley poniendo como excusa la propia legitimidad para hacerlo.Tienen el derecho a defender sus ideas, y la obligación de no mentir en las consecuencias.

No voy a caer en la tentación de referirme a los últimos acontecimientos, bárbaros e inhumanos, de los que únicamente son culpables unos criminal enloquecidos y envenenados por una doctrina cruel y asesina. Sería mezquino entrar a saco en que quizá se sabía de antemano por los Mossos que iba a suceder el atentado de la Rambla y no se  hizo caso.

Prefiero centrarme en la actitud y los hechos, o en la omisión de ellos, que usted y su gobierno llevan cometiendo desde que se constituyó el Parlament en esta última legislatura. En serio, ¿tienen tiempo para gobernar con tanto brindis al sol, un día tras de otro, amenazando con esa desconexión que a los únicos que perjudicará será a ustedes?¿O tal vez es que han creado una cortina de humo para tapar los casos de corrupción y ese humo los ha dejado ciegos?

Yo viajo a Barcelona muchas veces, y este verano he visitado la provincia de Girona. Me encanta la ciudad condal, en la que siempre me he sentido muy a gusto y nunca me han señalado por ser ciudadana de un estado opresor. En Girona vi muchas esteladas, es cierto, y están en su derecho. Tampoco me sentí discriminada, ni mucho menos, sino todo lo contrario. Tal vez la ciudadanía no considere al resto del país tan malévolo y ladrón como ustedes lo  pintan.

Esa tesis de que España roba a Cataluña no se sostiene. Hasta ahora los únicos que han robado a manos llenas han sido miembros de su propio partido (aunque lo hayan refundado mismo perro con distinto collar) y catalanes hasta las cachas, teniendo como cabecilla a aquel que ostentó durante tantos años el mismo título que usted: el Muy honorables señor Jordi Pujol. 

¿Sabe, mi Muy honorable, que la Comunidad que durante años ha tenido mayor deficit fiscal (cedía más que recibía) era Madrid? Y todavía los madrileños no hemos salido a la calle a decir que España nos roba porque hayamos colaborado en el reparto para aquellas regiones más desfavorecidas, y cuyos ciudadanos han hecho, reconózcalo mi Muy honorable señor, de Cataluña lo que es.Andaluces, extremeños, castellanos, aragoneses, emigrantes que con su trabajo convirtieron a la región catalana en una de las más prósperas. Es de justicia admitir esta afirmación.

Hace unos días la CUP colgó una estelada en el puente de Segovia de Madrid. Lo hicieron para demostrar que nada tenían contra el pueblo y que su reivindicación es contra el estado opresor. Supongo que debe ser incultura, porque el Estado no es una entelequia, sino el conjunto de toda la ciudadanía que sí se siente afectada cuando se insulta, se miente y se intenta convertir al resto de España en una suerte de vampiro chupador de sangre catalana.


Siempre es bueno fijarse en ciertos ejemplos, y yo les indicaría que volvieran los ojos hacia Gran Bretaña y el Brexit. Al igual que ustedes, los que apoyaban la salida de UE les vendieron a los ciudadanos británicos un mundo de colores, un cuento infantil en el que la bruja mala era Europa, y a las veinticuatro horas del referendum los arrepentidos se multiplicaron como setas.Ahora están metidos en un "jardín" que les puede costar hasta 60.000 millones de euros, intentado como sea alargar el proceso por si hay un milagro.El mayor defensor de la "desconexión" europea, Nigel Farage, ni está ni se le espera.

Si nos situamos en ese escenario ideal para usted y los suyos, y el día 2 de octubre han ganado el referendum (ilegal de todas, todas) ¿qué harán?Cerrarán aeropuertos, las autovías nacionales, los puertos, la frontera con la Junquera, para que no entremos ciudadanos de otros países. ¿Bajo qué legislación entrarán las mercancias que abastecerán los mercados?¿Cómo llegará el dinero de la administración central, después de esa desconexión? Y lo que puede ser "más" dramático: ¿en qué liga jugarán los equipos catalanes?

Sin duda, la separación de Cataluña sería algo absolutamente penoso para el resto de España, pero estoy segura que los casi 39.000.000 de españoles podríamos salir adelante sin los 7.000 millones de ciudadanos catalanes ( o quizá menos si descontamos aquellos que han declarado su voluntad de marcharse si gana el SI).Lo contrario, fuera de España y fuera de UE lo dudo mucho.

Termino, mi Muy honorable señor, como empecé: defiendan sus ideas, pero no mientan, no tergiverse una realidad que no existe. Mediten sobre lo que están recogiendo, como esa triste inauguración de la "embajada" en Dinamarca a la que nadie acudió (por cierto, supongo que pagado con pecunio público catalán). O la poca respuesta internacional que tiene su propuesta.

Están solos, mi Muy honorable señor Puigdemont, muy solos.

Sed felices.

(Imagen: El Confidencial)

4 comentarios:

  1. Francamente... ¡qué tristeza me da la idea de separarnos!

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    1. Sin duda es triste, y totalmente sin sentid, pero la Historia está llena de actos ilógicos.
      Un abrazo.

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  2. Se puede decir más alto, pero más claro no. Muy buen artículo

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