Con esas palabras me contestaba Juli cada vez que los lunes por la mañana yo protestaba del inicio de la semana. Juli, que durante veinticinco años estuvo en casa de mis padres, ordenando aquello que nosotros, mis hermanos y yo dejábamos, con una gran desconsideración por su trabajo, por el medio en un grandioso desorden (que este recuerdo a Juli, sirva de homenje a las empleadas del hogar, pues sin ellas, que pocas mujeres realizadas habría).
La verdad es que para mí los lunes siempre han tenido una connotación pesadísima, al igual que los domingos... En fin, asumiendo que los lunes son lunes, este lunes como siempre amanece con el "optimismo" habitual sobre la crisis.Las noticias no dejan margen...es agotador el pelear para no rendirse y dejarse llevar por estos agoreros, a los que hay que creer ahora, cuando no han dado ni una antes.
En fin, intento colocarme los tapones del optimismo en los oídos y decirme a mí misma que la solución de mis problemas dependen mas de mí que de lo que diga una maldita agencia de calificación que dice aquello que interesa en cada momento, dependiendo quien les pague, a quienes sirvan o para lo que intriguen.
Cuando hablo con mis alumnos intento transmitirles ánimos frente a tanto c... cuyo único afán parece ser que se produzcan suicidios colectivos. Seguro que, cuando dentro de unos años se analice esta crísis se verá la pésima gestión hecha de la misma por parte de todos. Sobre todo por los medios de comunicación, empeñados en agobiar todos los días, y que han olvidado que para la ciudadanía sería un alivio escuchar "esto podría ir mejor" en vez de " esto es un desastre" . Hasta Jesucristo tuvo su esponja de vinagre. Pero parece que cuanto más instalados en el desastre mucho mejor.
Pero nos queda la voluntad de salir de esto .Sé positivamente que si queremos, podemos.
Por eso me he planteado vivir el lunes como lo que es, la puerta de una semana que seguro me trae experiencias muy interesantes, a pesar de los profetas del Armagedón.
Sed felices.
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