sábado, 26 de abril de 2025

¿LA ENVIDIA ES UNA FORMA DE ADMIRACIÓN?

90+ frases de envidia para entenderla y ayudar a superarla 

Cuesta creerlo porque siempre dicho que la envidia es uno de los pecados  más dañinos, porque hace sufrir al envidioso y al envidiado. De alguna manera otros "pecados capitales" que pueden satisfacer más o menos al pecador o pecadora, pero el envidioso, mientas sufre la frustración de no poder llegar a ser ese a quien admira, se llena de ira y quiere la destrucción del objeto de su envidia. Entonces empezará el acoso, y la difamación, o, y eso es lo más peligroso, el intento de aislar a esa persona que jamás alcanzará a ser. Pensemos que la envidia no tiene que ser por algo material, sino porque la gente puede tener celos de tu personalidad, esfuerzo, ganas de superarte, energía o libertad.

 Hace un tiempo escuche a un experto motivacional que si nadie te critica es que pasas desapercibido, si nadie habla mal de ti es que eres intrascendente, si nadie te imita es que no eres influyente. Vamos, que en resumen, la envidia  es una forma de admiración.

Si nos paramos a pensar, mi tesis tiene sentido, porque aquello que llamamos "envidia sana" no es otra cosa que admiración por quienes alcanzaron el éxito y nos  concita ser como ellos. Pero, ¿en qué momento la admiración se convierte en envidia? Pues ya lo he señalado: cuando el envidioso es consciente de que nunca conseguirá ser como aquel o aquella a quien admira y entonces, da la vuelta a la tortilla.

No cabe duda que vivir en ese constante buscar las cosquillas a ver por donde entrar, cómo ofender o cómo hacer que los demás vean la "clase de persona terrible" que es la persona envidiada debe ser agotador, más aún que tener que aguantar el acoso constante como centro de la envidia.

En mi vida he admirado a muchas personas, actuales y pasadas. He aprendido de sus palabras, de sus experiencias, de sus vidas. Personas cercanas a mi (siempre mi padre) o más alejadas de mi entorno familiar, pero no creo haber envidiado de manera insana a nadie, y, mucho menos, buscar su perdición.

Tal vez porque desde niña aprendí que lo logros dependen de nuestras aptitudes, sí, pero mucho más de nuestras actitudes ante la vida, de saber de qué gente rodearte, y de tener muy claros los valores que te guían y los principios a los que sirves.

La política actual es una constante prueba de resistencia ante tanto acoso, pero (y sonrío) es posible tenga razón esa teoría, y resulte que cuando eres el centro de los ataques sin razón alguna por parte de alguien lo que subyace es una recóndita admiración insana por no poder igual que tú. No sé... Vosotros, queridos lectores, ¿qué opináis?

domingo, 20 de abril de 2025

¿No habrá paz para los malvados?

 


 Ojalá y así sea.

Porque cada día que pasa la mala gente, la que insulta, difama e intenta destrozar valores y principios abunda más, o, por lo menos así lo aparenta.

Hace unos día escuché un postcast del profesor y criminólogo Vicente Garrido acerca de los psicópatas integrados, título de una de sus obras, que son aquellos que se encuentran entre nosotros y , sin que hayan realizado ningún asesinato en serie, como los que imaginamos cuando hablamos de otros psicópatas: Ted Bundy, El arropiero, El carnicero de Milwaukee, y un largo etc..., pueden hacer la vida imposible a quienes les rodean. 

Es curioso como estas mentes psicópaticas se refugian en profesiones como médicos, financieros, funcionarios, periodistas y políticos, entre otras. De estas dos últimas se puede dar fe, simplemente asomándote a las redes sociales, o escuchando las intervenciones en plenos, asambleas o Congreso, reduciéndolo a España, o, yendo más lejos, escuchando a Putin o Trump.

La carencia de empatía, de remordimiento, el narcisismo , la capacidad de tomar decisiones rápidas y la búsqueda del reconocimiento social,  aunque sea, como se suele decir, "pisando cabezas", hace que estos psicópatas integrados, estos malvados elevados a la enésima potencia que conviven en nuestro día a día, sean extremadamente peligrosos, pues a todo lo demás se une su capacidad de manipulación.

Existen adultos psicópatas, pero también en edades anteriores. No hay más que acercarse a los numerosos casos que vemos de acoso, agresiones, bulling, en centros escolares, en círculos de amistades. En una época como la adolescencia la capacidad de estos jóvenes de atraer con sus "encantos" a otros puede ocasionar daños irreparables tanto físicos o psíquicos.

A  un/una psicópata no se la puede cambiar, pero si aprender a lidiar con ella. La clave es no dejarte manipular, establecer límites claros, buscar apoyo, si es necesario incluso en las autoridades y proteger tu bienestar emocional y físico. 

Se calcula que un 1% de la población en general son psicópatas, por lo que no es extraño que en algún momento nos crucemos con una persona de estas características.  Así que, lo mejor, es como nos dice el refrán : "al igual que el sol, cuanto más lejos mejor".

Sed felices.