Hay personas, grupos instalados en la mentira. Han llegado hacer de ella un traje tan a la medida que se encuentran cómodos, muy cómodos, y para nada les tira ni de sisa ni costuras. De lo que no se dan cuenta es que ese traje tiene muy corto el dobladillo y a poco que se mueven se les queda el culo al aire.
Pero parece que tampoco les importa ir enseñando las vergüenzas, quizás por que no tienen. O por que el resto ya nos hemos acostumbrado a convivir con gente que cree que a base de repetir una mentira se convierte en verdad.
Claro, que también los hay que dicen que no son mentiras, sino simplemente puntos de vista diferentes y que sin lugar a dudas para gustos se hicieron los colores. Tan acostumbrados están a presentar los hechos disfrazados que incluso atribuyen al resto la incapacidad de para recordar que ellos donde ahora dicen digo antes dijeron diego.
La mentira tiene patas cortas, dicen, aludiendo a la metáfora de su fácil captura... Pero para cazar mentiras, se tiene que querer y hoy en día ir con la verdad no se estila, no es cool.
Sed felices (si podéis)
Prefiero ir con la verdad por delante, ser consecuente, sea cool o no, mi conciencia tiene que estar tranquila, seguramente tarde o temprano ese cinismo les pasará factura, no podrán continuar ya que han perdido su lado auténtico.
ResponderEliminarBesos y abrazos para todos.