sábado, 2 de septiembre de 2023

Vuelvo

 Miro por la ventana. Llueve.

¡Hace tanto que no veía caer esas gotas que van dejando surcos en los cristales!...

A lo lejos oigo un trueno, el cielo es gris.

La vuelta a Rivas se ha convertido en un saludo del otoño,  que ya ha entrado climatológicamente, aunque el astronómico tardará aún unos días en llegar con ese equinoccio en el que el día y la noche se igualan para ir ganando la oscuridad terreno a la luz. Volveremos a cubrirnos el cuerpo, las botas saldrán de los armarios y las hojas de los árboles irán muriendo poco a poco y sin ruido. El mismo ciclo que a la vez siempre es diferente porque nosotros también vamos mudando pensamientos, emociones, acciones...

Una vez más en mi vida me cambiaron el mapa, y he de volver a trazar el camino. Estoy acostumbrada, no me preocupa. Siempre he sabido que nada permanece eternamente y que de una depende ser la que dirija los pasos hacia donde marchar. Igual que sé que después de la tormenta escampará y saldrá 
el sol.

Vuelvo a la literatura, al teatro, a la cultura que tantas satisfacciones me han dado. Vuelvo a ese pequeño ecosistema de la palabra que me permite expresarme con libertad, con emociones, con historias y poemas que se convierten en la justificación y explicación de cómo y por qué estoy aquí.

Vuelvo a mi familia, siempre comprensiva con mi falta de tiempo y dedicación a ella. Vuelvo sobre todo con mis nietas y nieto para verles como descubren el mundo día a día, y yo con ellos.

Vuelvo, en resumen, a ser la que fui pero distinta, porque he ido desprendiéndome de las hojas secas e inservibles..

Vuelvo a mirar por la ventana... Sigue lloviendo.




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