martes, 15 de enero de 2019

Una vida extraordinariamente normal.

Me asomo a esta MI VIDA EN TACONES con un poco de retraso sobre lo previsto- quien sigue bi blog sabe que suele ser dominguero-, no por falta de ganas sino de ese tiempo que a veces me es esquivo.

Hoy es martes, día de Marte, dios de la guerra, que últimamente parece campar a sus anchas si una se hace eco de lo que ocurre a su derredor. La espiral de belicismo que contemplamos cada día se ha convertido en una serpiente que nos acogota y estrangula.

Pero hoy no quiero hablar de eso, ni de quienes han hecho del odio su bandera. Quiero hablaros de ese sol que se entremezcla con el frío de enero y hace que haya una luz mágica, como de día de Reyes. Quiero hablaros de ese cielo limpio, azul, como la mirada de un recién nacido. Quiero hablaros de la sonrisa, de la alegría, de la charla con una compañera escritora ante un café contando nuestras experiencias.

Quiero hablaros, en síntesis de la vida, de la mía, de la tuya, que no es extraordinaria, o a lo mejor sí, por su sencillez llena de cosas amables. Y eso es, al final, lo que importa.

En fin, mis queridos lectores, que aunque Marte blanda su espada, siempre nos quedan rincones donde refugiarnos con un buen libro, con un abrazo, con un beso: lo normal.


Sed felices.

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