martes, 28 de octubre de 2014

Corruptos

Todo se deshace en la podredumbre. El olor a corrupción impregna todo como un malsano aroma de un pantano en el que se van consumiendo las esperanzas y la confianza de los ciudadanos, cuya indignación hacia aquellos que se han lucrado con lo público - y también de malas prácticas fiscales- se ha convertido en un clamor.

Y yo me uno a ello, como no podía ser de otra manera. Pero, y ahora sé que me arriesgo a que haya a quien no le resulte políticamente correcto, esto no es solo un problema de la clase política, ni de la clase empresarial solo. Durante mucho tiempo, en este país, por parte de ciudadanos de a pie de calle se han llevado- y se llevan- a cabo acciones que están muy lejos de ser éticas y morales. Valga un ejemplo.

En los años ochenta, en el municipio en el que vivo, se levantaron casas de protección oficial cuyo precio era muy asequible para quienes comenzábamos nuestra andadura. Viviendas que al cambio estarían entonces en unos 24.000 euros. Muchos además recibían ayudas de la CAM, unos 3000 euros, además de aplicarse unos intereses muy asequibles en las hipotecas.

Llegaron los noventa y con ellos el bum inmobiliario. Empezaron a levantarse pisos , con piscinas comunitarias y urbanizaciones cerradas, cuyo precio era elevado. Muchos de los propietarios de los pisos de protección oficial los pusieron a la venta para irse a los recién construidos. Pero había un problema: el precio  de venta no podía sobrepasar el tasado por la Comunidad de Madrid, algo lógico, pues el propietario se había beneficiado de las ventajas de este tipo de vivienda. Solución: una parte legal y otra en negro. Hablábamos de 60.000 euros, 90.000 euros que no figuraban en ningún lado, porque, por supuesto, se escrituraba por la cantidad oficial.

En mi municipio han sido cientos lo pisos que se han vendido de esta manera. Y algunos de los que lo han hecho, ahora se indignan.  Ese dinero era también de todos, y no pagó en su momento IVA, y ni siquiera fue descalificado, abonando lo que le correspondía a la Comunidad de Madrid.

En fin, habría otros muchos ejemplos en diversos ámbitos- ofertas públicas de empleo, concesiones de contratos públicos  a empresas recién creadas de amigos o familiares, contrataciones de empleo teniendo en cuenta recomendaciones y no méritos, factura sin IVA, economía sumergida,  etc...-,  pero si entramos a ese toro este post alcanzaría las dimensiones del Quijote. La sociedad misma ha sido concesiva con la corrupción- me da lo mismo que sea por 600 euros que por 60.000- , por eso se entiende el apoyo a quien la práctica.

Yo estoy indignada también, pero ya llevo mucho, mucho tiempo, incluso cuando algunos de los  que ahora gritan callaban y ponían el cazo.

Sed felices.

jueves, 23 de octubre de 2014

De profesión tertuliano.

Tengo que confesarlo. Estoy al borde de la paranoia informativa. ¿ Qué es cierto? ¿Hay algo de lo que nos cuentan que sea objetivo? ¿ Hay alguna cadena que no responda a un interés manipulativo?
Es asombroso como en las famosas tertulias  aparecen una  pleyade de periodistas , políticos y demás fauna que sientan catédra sobre todo lo humano y divino en aras de la información. Nada  menos cierto. Si nos paramos a analizar cada uno arrima el ascua a su sardina y son las  propias cadenas las que incluyen a los participantes dependiendo de interés.
La persistente aparición del político de moda durante más de una año en la cadena insignia de la progresía marcó una estrategia de lo más calculado, como ha sido también el posterior fichaje de su novia, quien ya se postula para presentarse a candidata a la Comunidad de Madrid y que lleva haciendo campaña desde hace meses en casi todas las mesas. Una, que es muy mala,sospecha que algo hay que no es casualidad.
La tertulia  televisiva se ha convertido en una calle de un solo sentido en provecho de alguien, dependiendo de quién y dónde.
De las cadenas públicas ya no hablamos, claro, pero las privadas no se quedan atrás. Todas son tendenciosas, manipuladoras y salvo raras excepciones, en las tertulias se pueden soltar mentiras como puños que se aceptan con la naturalidad que vemos llover.
Eso sí, casi todas coinciden en que  tú más, en insultar, en gritar como si levantar la voz diera más carta de verdad.
En fin, que últimamente veo estos programas dándoles el mismo crédito que le doy a las series de ficción... O quizá menos.
Sed felices.

jueves, 16 de octubre de 2014

Tiempo de cambios

Reconocía los síntomas. Todo se tornaba de un color más apagado como de fotografía antigua. ¿Tristeza, melancolía? No, no era nada de eso. Simplemente se avecinaban cambios, decisiones, y sobre todo, como en la naturaleza que le rodeaba, una nueva estación.
No sabía si era un don o una maldición, pero durante toda su vida había ido cumpliendo etapas, cerrando ciclos e iniciando otros huyendo, siempre, del aburrimiento o de aquello que acababa convirtiendose en monótono, reiterativo y que a la postre no le aportaba nada.Proyectos, lugares, personas que en un momento de su recorrido habían ocupado un lugar importante  se fueron quedando en las diferentes metas, no se sabe muy bien si por falta de motivación o por agotamiento.
Todo lo que le rodeaba ahora le resultaba convulso, plagado de problemas, de ramajes que no permitían ver el bosque. Se sentía como un verso suelto entre ripios.
Y si eso era así, si ella era la que lo percibía solamente, quizá era ella la causante... ¿O no?
No, no perdería el tiempo en buscar ni causas ni responsables. Mucho tiempo ha que había tomado la decisión de que quería ser feliz y si para ello debía quemar naves de nuevo y volverse a reiventar, lo haría sin ninguna vacilación.
Le había costado muchos años entender que todo lo que necesitaba estaba en su mente y que lo demás no dejaba de ser solo circunstancias.
Miró por la ventana. Los árboles, tan familiares, se vestían cada día un poco más de otoño. Era el tiempo, sí, de cambios...


Sed felices.

jueves, 9 de octubre de 2014

Con el culo al aire

No hay nada que deje a un ser humano más indefenso que la vanidad.

Sí, mis queridos lectores, porque este es uno de los "los pecados capitales" que se convierte en el talón de Aquiles del que lo practica. Es muy fácil entrarle a quien se cree un dechado de virtudes, de valores, la quinta esencia, un pata negra. Basta con ensalzarle, con encumbrarle hasta donde él  o ella se cree es su lugar y entonces será plastelina en nuestra manos.

La Historia está llena de ejemplos que corroboran mi tesis. Reyes y mandatarios mediocres pero vanidosos han caído en las redes de visires, primeros ministros o asesores a los que han servido cuando debería ser lo contrario. Estos tenían la astucia, aquellos la vanidad. Estos manejaban los hilos, aquellos eran títires.

Pero tampoco hace falta remontarse tan lejos en el tiempo ni tampoco en el espacio. Todos los días nos encontramos con personas que son alabadas por su entorno ya sea profesional, político o simplemente social cuyas virtudes son ensalzadas y que cada dos por tres se quedan con el culo al aire, como el emperador del cuento infantil. Tal vez porque la vanidad es incompatible con la sensatez y el sentido común y al final esa preciosa cola de pavo real está formada por plumas prestadas y mal pegadas.

Y como a los cochinos, a los vanidosos siempre les llega su San Martín. En algún momento dejan de ser necesarios y entonces se les rompe ese espejo falso de toda falsedad, como los de las ferias, y les muestra su triste realidad.

En fin, que si a mi me ensalzaran sin razón estaría todo el día mirándome la espalda... Por lo de los cuchillos.

Sed felices.

jueves, 2 de octubre de 2014

Bilis

Estoy segura de que hay algunos que en en vez de teta les dieron bilis.

No saben más que digerir piedras, frustración y mediocridad. Sus únicas armas son los insultos, los libelos y las difamaciones. Tal vez porque les salen gratis.

No me gusta un pelo lo poco que se  censuran las afirmaciones gratuitas, aunque sean falsas, en este país, en mi ciudad, en cualquier lado. No solo es lo que aparece en los medios de comunicación, que ya es bastante, sino en la propia vida diaria.

Es patético como la falta de talento, de inteligencia, de capacidad para llevar a delante la propia vida se escuda tras lanzar la piedra y esconder la mano.

"Difama, que algo queda" se ha convertido en el lema para muchos y muchas.


Hoy me ha dicho un amigo que hay poca gente desinteresada, quizá sea verdad. Por eso hay tantos que siguen bebiendo bilis, no sea que su vida y la de los demás se vuelva dulce.

Vaya por ellos este poema:



Hay francotiradores que disparan
envidia mediocre vestida de grandeza
oculta en un abrazo o una lisonja.
 
Tienen los ojos de pescado muerto
sobre una capa de hielo de tres días.
Opacos, neutros, fríos,
faltos de esa vida que ambicionan.
 
Tras ellos solo afán
por destruir aquello que codician,
amamantando su propia frustración
con leche verde y venenosa.
 
Cuando lo consiguen
no sienten nada, solo vacío,
como un pescado muerto
sobre el hielo deshecho de tres días. 


Sed felices.