miércoles, 27 de marzo de 2013

Semana Santa macabra

Me da pavor la  Semana santa, lo confieso. Me parece una fiesta triste y macabra, alrededor de la figura de un hombre torturado. Sí, no nos engañemos, se adora a la representación de Cristo que, independientemente de que  se crea que es o no el hijo de Dios, aparece como protagonista de una de las muertes más crueles que se han dado en la Historia.

Me cuenta mi madre que ya desde pequeñita corría a ocultarme muerta de miedo tras de ella cuando veía a aparecer a los penitentes -los capirotes, les llamábamos- . No es de extrañar, porque, junto con el sonido de los tambores, parecen más una aparición fantamasgórica que piadosa o del Ku-Klux
-Klan. Y, todavia ahora, no soporto ver ninguna película en la que se recrea la Pasión de Cristo.

Jesús azotado, con sangre chorreando en los costados, presentado con la cabeza  coronada con espinas, que también hacen  brotar el vital elemento, colgado con los pies y las manos sujetas con enormes clavos y el costado abierto; en brazos de su madre, muerto, yacente, con los ojos entreabiertos, mientras alrededor la gente llora, grita, y canta, para acabar tomando tapas y chatos de vino.... Todo un fasto y una parafernalia alrededor de la tortura y de la idolatría.

Y qué decir de las incontables Vírgenes, bajo cientos de advocaciones, con los ojos llenos de lágrimas, eso sí, conformadas con  perlas, trajes de brocados de oro y corazones atravesados por mil puñales, y cuya presencia provoca luchas entre los cofrades por decidir cuál de dichas Vírgenes es más guapa, como si se tratara del concurso de Miss procesión.

Serían incontables los ejemplos de crueldad también entre los fieles: los "picaos", que se azotan con cristales; los que se vendan los brazos a una cruz durante horas hasta que se les corta el riego sanguíneo; los que andan descalzos hasta sangrar, los que llevan cilícios... Y todo en el nombre del Señor y del perdón.

¿Será que somos un pueblo que en parte ama los espectáculos de tortura y muerte, como pasa con la fiesta de los toros?

Quizá es que me falta fé- seguro que me falta la que hace creer en una figura de Salcillo- pero no entiendo como alguien puede adorar esos ejemplos de tristeza y dolor.Y porque adoro la Vida no comprendo que se adore, que se jalee a la Muerte, por mucho que nos prometan la resurección al tercer día, algo que no está demostrado y mucho me temo que no se demostrará. Yo, por mi parte, me quedo con el Jesús del amor al prójimo, de la Bienaventuranzas y de los pobres.

 Y de esta celebración llamada santa lo único que salvo es el potaje, las saetas y las torrijas.

Sed felices.

sábado, 23 de marzo de 2013

El mundo al otro lado

Hace un tiempo que imagino un mundo al otro lado del espejo de la vida. Quienes me conocen saben de mi atracción por esos universos paralelos, que se encarnan  en la literatura a través del libro de Alicia.
Necesito transportarme de vez en cuando a ese lugar para huir de la mediocridad y de la cutrez que nos rodea y que hastía cada vez más. Además, tengo la gran ventaja de que las reglas del juego las pongo yo.
Noto como si volviera a esos mundos imaginarios infantiles en los que las aventuras eran el centro de nuestra actividad y la cama se convertía en un castillo y unos visillos en un vestido de princesa.
Esta vez es la escritura la que me permite realizar ese pequeño milagro de ser capaz de aislarme de ese día a día en el que la desesperanza se instala como una emperatriz en sus dominios. Y entonces hago algo parecido a una diálisis anímica, que permite limpiar de deshechos mi espíritu. Sé que otros utilizan el deporte, la música, la fotografía..., para abrir las puertas a ese mundo mucho mas acogedor. Y lo sé porque no estoy sola en él.
Y en mi mundo, al otro lado del espejo brilla el sol, pero también llueve, y nadie se queja porque entienden que la lluvia es buena. Los programas culturales están en la franja horaria más importante, porque se sabe que la cultura nos hace mejores personas. Los libros están subvencionado y nadie los piratea, porque tenemos conciencia de que son bienes preciados. La solidaridad es el único artículo de la Constitución... Al otro lado, somos felices.
Y así, cuando vuelvo de este mundo ordinario estoy dispuesta a afrontar y a pelear para que un día ambos mundos sean uno.

Sed felices, aquí o allá...

lunes, 18 de marzo de 2013

Sentido de la oportunidad

Mucho se habla del sentido común, del sentido del humor, pero poco de otro sentido que, cuando alguien no lo posee, se convierte en una china en el zapato para muchos.
Me refiero al sentido de la oportunidad, esa capacidad de decir en cada momento lo que viene a cuento, en forma y tiempo, como una flecha da en la diana exacta. En cambio, cuando se carece de él, la situación puede transformarse en algo violento, eso sí, siempre hacia otros, pues el sujeto inoportuno, o impertinente, carece también de la capacidad de percibir su propia actitud. Vamos, en resumidas cuentas, son los que llamamos metepatas: esos que hablan de la buena cara del fallecido en un velatorio,  de lo feo que es un lugar delante de alguien que tiene una casa en ese sitio, o de lo mortal que es una gripe cuando va a visitar a un enfermo que la padece, y además lo hacen sin rubor y con insistencia.
Situaciones tales como la que se me planteó ayer, cuando, con toda la ilusión, regalé un ejemplar de mi novela, Como el viento en la espalda, a una persona cercana de mi entorno. La primera reacción fue preguntarme si ya estaba en internet- es de esas que se vanagloria de descargarse cuatro mil títulos, que ni viviendo mil vidas podría leerlos-, pues en su opinión es donde se ve la verdadera aceptación de una obra, cuantificando cuantas descargas "ilegales" tiene una novela. ¿Qué hacer? Decirla realmente lo que pugna por salir de los labios, acompañado por un exabrupto u optar por moderte la lengua...
No paró ahí. Ante mi defensa en contra de la piratería, que es un delito contra la creación intelectual de todas todas, ya que sustrae de manera vil los derechos a aquellos que crean y gestionan una obra literaria, me contesta que ya quisiera yo que me piratearan mucho, pues eso querría decir que soy una autora de gran aceptación, ya que los grandes best seller, antes incluso de estar en las librerías, ya están "machacados" en la Red, tras lo que volvió a la carga, relatando la cantidad de nuevos títulos que tenía almacenados.

Y yo lo único que había hecho era regalarle mi libro...

Sed felices.

jueves, 14 de marzo de 2013

Vientos favorables

El tiempo avanza impulsado por un viento inexorable. En mi última entrada hablaba del Encuentro de Escritores y, ya ayer, lo hemos clausurado. El trabajo, la gestión de muchos meses se consumió, eso sí, en olor de multitud, en unas breves horas. Ya lo decían los latinos: tempus fugit.
También ayer, recibí mi primera novela, Como el viento en la espalda, físicamente, y  pude tocar, abrir y contemplar como el trabajo de tantas semanas, de tantas palabras vertidas, de tantos sentimientos se encontraba entre esas trescientas páginas.
Me parece mentira que hayan pasado ya tantos meses desde que la que comencé, casi como un pequeño relato, en el que sentimientos trasformados en sustantivos, verbos, adjetivos, han hecho brotar esta obra.
Ahora preparo su puesta de largo, a un mes vista, el 16 de abril, en la que tendré la oportunidad de disfrutar del encuentro con mi familia, con mis amigos, con mis vecinos. Y lo veo lejos y cerca a la vez, por el el tiempo, seguro, se irá en volandas.
Yo tengo novela, los católicos nuevo papa, con nombre de emperador- ¿casualidad?- y los que se han visto amenazados, o sea todos,  o directamente afectados por los deshaucios han recibido la buena noticia desde la U.E de que la ley hipotecaria española es abusiva.

Y pronto llegará la primavera. Tempus fugit.

Sed felices y que os empujen vientos favorables.

lunes, 11 de marzo de 2013

11 de marzo

No se puede evitar. Desde hace nueve años esta fecha está cargada de tristeza, de rabia. Nadie que hayamos vivido ese día podemos olvidar lo que supuso. Todavía en mi memoria resuenan las palabras de Iñaki Gabilondo, esa mañana de marzo, palabras de asombro, de estupefacción y de miedo ante el atentado más sangriento de nuestra reciente historia.
Hace unos días me encontré con una amiga que pedió a su marido entre los hierros retorcidos de esos trenes de la muerte. Aparentemente sigue su vida, aunque todos sabemos que ahí están las cicatrices aún tiernas.
No se puede evitar, como ya digo, que todo se te venga encima, cuando llega esta fecha..
Pero hoy, 11 de marzo de 2013, también tiene otra cara más amable para mi, como es el inicio del III Encuentro de Escritores de Rivas, y que abre las puertas a tres días dedicados a la literatura. Para quienes amamos los libros y creamos literatura en esta ciudad, son día grandes, pues tenemos la oportunidad de departir con nuestros lectores, con aquellos que se acercaron a las librerías interesados por nuestros libros y hoy nos pueden conocer  personalmente.
Por eso, un día como hoy,  que trae ecos de tragedia, le intentaremos vestir con la esperanza de la creación, que nos muestra la faceta más dulce del ser humano, capaz de lo más grande y de lo más terrible.

Contra la barbarie la palabra.

Sed felices.


miércoles, 6 de marzo de 2013

Corazones deshauciados

Mientras trabajo, escucho la radio. Es una de las ventajas de tener el despacho en casa.
Y de nuevo, otra vez el estremeci miento al escuchar que alguien ha decidido acabar con su vida ante la situación de ser deshauciado.

Esto es algo que hubiera sido impensable que sucediera hace unos años, pero es que lo que estamos viviendo, esta situación demencial,  está absolutamente fuera de toda lógica.

Mucha debe de ser la desesperación para que alguien quiera acabar con la propia vida- parace ser que los suicidios han superado a las muertes por accidentes de tráfico-, antes de verse tirado en la calle, ya no como un perro, que muchos quisieran vivir como viven algunas mascotas- entre ellas las mías- sino como un mueble, desprovisto de toda dignidad  humana. Y van, y lo hacen.

Me gustaría saber que piensan los consejeros y directivos incompetentes de esos bancos y cajas de ahorro,  esos que de una manera absolutamente criminal se han quedado con el dinero primero ,  y ahora con la vida de muchos, cuando oyen estas terribles noticias. ¿Se sentirán conmovidos? ¿Habrá algo en el fondo de sus conciencias que se remuerda, que se despierte de esa narcolepsia moral en la que viven? Me temo que no, porque no solo deshaucian pisos, ellos mismos hace mucho tiempo que han deshauciado de sus corazones la humanidad y la compasión al preferir un montón de ladrillos a la vida de un ser humano.

Hay días, como hoy,  que la vida se tiñe con gris de la mezquindad y de la desolación.

Si podéis, sed felices.


domingo, 3 de marzo de 2013

El secreto en un lápiz

Sus manos .
Eran unas manos de largos dedos, fuertes y morenas, que cogían el lápiz con firmeza y al mismo tiempo con una suavidad como si temiera que se pudiera partir.
Encaraba el papel y en el aire sesgaba uno o dos trazos. Entonces,con decisión, rompía la virginidad de la blancura con el primer rasgo. A su lado, una niña con largas trenzas morenas contemplaba emocionada el enésimo milagro de ver surgir formas, sombras y volúmenes, ansiando conseguir algún día esa destreza que convertía la nada en un mundo.El dibujo crecía y se transformaba en un paisaje, en un rostro, en un figura que podía ser hada o bruja o simplemente un árbol en el que se posaba un pájaro, pero que siempre cumplía con esa magia de la creación. Luego, la niña intentaba repetir, copiar lo aprendido, aunque a veces se dejara llevar por la frustración por no conseguir el éxito y el papel acabara emborronado.
- Persiste- le decía- el secreto es dibujar y dibujar... Y no rendirse.
Ya no puede contemplar esas manos, las manos que también la acariciaban y la sostuvieron tantas veces a lo largo de su vida; sin embargo le quedan sus dibujos agrupados en carpetas que contempla con emoción y nostalgia.
Hoy es ella la que coge el lápiz, sesga dos o tres trazos en el aire y rompe la blancura del papel. Es ella la que es capaz de hacer la magia que transforme la nada en figura, en rostro o en paisaje. Y a su lado tiene otra niña que contempla igual de extasiada el proceso y que, quizá, el día de mañana, sea la que encuentre el secreto y el misterio que existe en la punta de un lápiz.

Sed felices.